julio 05, 2012

A muchos ni se nos había pasado por la cabeza que el cine de superhéroes heredase esta costumbre de los cómics: renovar la dimensión de un personaje cambiando de guionistas y de equipo artístico. Así, cuando aún lanza sus redes en nuestra memoria el Spiderman de Sam Raimi, Marc Webb nos presenta una película en la que el trepamuros hace borrón y cuenta nueva.

Una cosa condujo a la otra. Primero, el proyecto de Spider-Man 4 se desplomó en un despacho de Columbia. Luego Sam Raimi fue amistosamente despedido por los ejecutivos de Sony Pictures, y la compañía decidió relanzar la saga con un nuevo planteamiento.

Reboot: así llaman a esa operación cosmética que, sin duda, tendrá efectos muy benéficos en la franquicia y en sus aledaños comerciales. Eso es algo de lo que siempre estuvo seguro el presidente de Marvel Studios, Kevin Feige: "Existe una enorme cantidad de cómics y material disponible –declaró– para inspirar un enfoque fresco e irresistible de Peter Parker y su viaje como Spidey, y tenemos muchas ganas de ver cómo este cobra vida en la pantalla".